lunes, 23 de junio de 2008

ESCAPANDO

Se te escapa algo. El algo prohibido se te va aunque ya se haya ido por que nunca estuvo allí. ¿O sí? Te preguntaste y sonreíste. Y leí que las caricias y los besos son afluentes de las sonrisas. ¿Y de las lágrimas? Supongo que también.
Me imaginé dos almas furtivas de la realidad, de las responsabilidades y del aparentar. Lejos del bullicio de lo que se debe hacer. Una de ellas sonrió a la otra y el río mudo e insaciable trajo lo demás. Tímidos y avergonzados por olvidar que esa noche no se olvidaría de ellos. Ni ellos la olvidarían. Entre suspiros que no volverían por que quizá no existieron se entregaron a la culpabilidad que aparece aunque no la llames y se prometieron no volver a jugar dejando que sus emociones se convirtieran en flores de verano. Flores regaladas a un ser amado provocando la misma sonrisa que una noche esas dos almas se regalaron.

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