miércoles, 24 de febrero de 2010

HASTA VOLVERSE A VIVIR

Es.
Una vida enredada a otra.
Entrelazada en otra.

Y es que son.
Si uno mira
se ven los dos.
Si uno vela
desvela en ambos.

Y el cierzo
dando paso a lo inquebrantable.

Irrompible
si te unes
si te acoplas…
Si esa pieza nómada
se acurruca en tu puzzle vital
sin echar en falta nada más,
a nadie de menos.
Sólo su cuello abrigando el tuyo.
Sólo su mano bautizando estrellas dorsales.

Son.
Vida.
¡Mi vida!
Aun encriptando letras,
sonidos en miradas.
Abrumadoras muestras
de que en ese jardín
vergel, oasis, paraíso
las flores se deshojan en sonrisas
sin revelar
si sí,
si no
pues ellos lejos de cuestionar
simplemente, se agradecen.

Es.
Sólo quiero estar aquí.
Y aquí siendo ella.
Es.
Sólo quiero estar en ti.
Y en ti siendo él.

Son.
Y al desligarse,
no sin dejarse piel,
siguen…
imaginándose
hasta volverse a vivir.

viernes, 19 de febrero de 2010

EN LA CIMA

Se ha elevado
ligera de “peros”
un poco por encima
un poco apartada
de la cuadratura,
más allá de los hombros ladeados.

Hileras de razones
por dilucidar.
Ristras de doctrinas
por contagiar de osadía.

Y sus pies,
expuestos a heridas,
hundidos en argumentos
separando dedos
distanciando carne
no se quedan…

Más que su leve huella
desmontando en círculos
a quien vive cúbico.

Se ha encumbrado grácil
desnuda de desmotivación.

Y en su energía dilatada
acaparando la dócil indolencia
invita, tienta, hurga
en los cuerpos esbozados,
encuadrados a panorámicas
sin ahondar en lo peculiar
no vaya a ser,
no vayan a agitar las adormecidas,
mecidas musas amputadas de esencia.

Se alza serena
sin importar si el hielo
cristaliza en sus palabras.

Aun importando si alguien,
ese alguien buscado
borra el rastro
lapidando señales
las que indicaban “sólo tú”
refiriéndose a ella.

Y la niña muy arriba, aun muy sola, costándola una parte de su vida,
también respira.

lunes, 15 de febrero de 2010

JAQUE MATE

Terriblemente mortal.
Así se define
mientras traza espirales en el aire.
Con sus manos
intrépidas, traviesas
como las de un niño ante un regalo,
aun sin extrañarle
sin descolocarle
sus inesperadas formas.

Y sin prisa,
delicado
tira de un lado,
de otro
y al descubrirla ahí
posada, reposada antes del atardecer
baraja los anaranjados rayos
y apuesta en secreto
a que algo así,
de alguien así
no podrá olvidarse.

La enmarca en su sonrisa
mientras ella, la reina en tirantes
aun pareciendo indefensa,
le desploma de su torre
dando así comienzo
a una partida más seria.

Y enfrentados
en el tablero multicolor,
recorren su adolescencia
en ese instante de vida.
Y sumergidos
en la espuma de la sorpresa
ella, agitando sus terrenales alas
trastoca, revuelve
la realidad de este niño
convirtiéndola en un sueño.

Que termina
(aún muy despiertos
por si algún detalle piensa en destierro)
cuando la puerta, sin querer hacerlo, se cierra tras él.

La reina regresa a su sitio
esperando ese jaque mate
que ronda, advierte, ruge
aunque, por ahora, quede esquivado.

martes, 9 de febrero de 2010

NUEVE

Nueve.
Y en esa planta
un para siempre,
un pedazo de mí
en el gotero de quien me dio la vida.

Goteo atenuando el dolor
de quien se va.
Goteo acentuando el tormento
de quienes nos quedamos.

Sin ver la nieve en sus ojos
a pleno sol en los nuestros.

Y ELLA más vidriosa que nunca
y yo, traslúcida y fuerte,
arrugo el alma
hasta clavar las uñas
a la mismísima muerte.

Nueve.
Y en el ascenso
mientras el corazón
se agarra a la garganta
aferrado a la sequedad
luchamos por detener la hora
acurrucada muy al fondo
de una cada vez más empañada esperanza.

Y ELLA inmóvil
riéndose de mi rebeldía…
hasta que pide que me quede.
Y yo a punto de doblarme en gritos
suplico masticando silencio: NO TE VAYAS TÚ.

Nueve.
Y en el descenso
la madrugada prepara el luto
mientras la luna
con su peor cara
recoge, despacio,
su último aliento
reluciendo en sus manos de plata.

Y al irse
todos caemos al mismo sitio
todos nos encadenamos al único lugar:
el enorme y tierno hueco
que ELLA nos ha dejado.