jueves, 19 de junio de 2008

Hoy me ha saludado

Hoy me ha saludado. No ha sido el panadero ni la frutera quienes de camino al trabajo me suelen dar conversación. Esos lo hacen mecánicamente, quizá a cambio de los euros que gasto y desgasto. Me ha saludado quien no tiene que le salude. El solitario de pantalones rojos. Y hago hincapié en el saludo por que la gente le da escasa importancia. Saludas en el trabajo, como le echas azúcar al café y quizá a alguien le importe, el saludo, claro. Me ha saludado y hoy no iba con su perro. Ese perro de calle, de acera que ha encontrado el calor en este chico de pantalones rojos y pelo descuidado. No habrá peluquería que se lo arregle por que no tiene euros con los que pagar el arreglo. Supongo que se dirá que nada en esta vida tiene arreglo. Y es que vive en una casa abandonada, abandonado él con su perro enfermo, su pelo roto y pantalones colorados.
Cada vez que llego a casa enciendo a la luz, el hombre de pantalones rojos sólo enciende el cigarro que se encontró bajo el árbol. El árbol que me observa desde la calle, creciendo, para también velar por el chico despeinado. Se ha fumado el resto del cigarrillo, ha dado un trago de cerveza, el perro ha ladrado a la nada de siempre que se suele apropiar de ratas, cucarachas... de todo bicho viviente y le ha llegado la hora de dormir.
En cambio, en mi casa, he decidido yo cuando acurrucarme en la came y cuando apagar el maldito televisor.
Me ha saludado quien no tiene que le salude aunque hoy también le he saludado yo.

No hay comentarios: