miércoles, 27 de febrero de 2008

NO ES PAÍS PARA ARTISTAS

Al parecer hoy por hoy para llegar a ser artista reconocido no sólo debes gritar a los cuatro vientos que eres militante del PSOE, también debes ser un revolucionario en lo tuyo y es que, por ejemplo, pintar con pincel se va a quedar obsoleto. Si no que se lo digan a un holandés a quien van a premiar por dar “peneladas” en lienzos creando, según expertos, obras de gran calidad.
En la noticia no se nombra el tamaño del miembro pero he supuesto que debe aprovechar sus momentos de “inspiración” y toda la emoción que ello conlleva en dar los trazos de mayor volumen y grosor.
¿Quién sabe? Puede que Da Vinci usara sus atributos para volver loco a todo aquel que estudiara el misterio de la Mona Lisa. Dista de ser poético pero no me digáis que no sería gracioso descubrir que ese genio resultara el pionero del “penesfumato” por no decir otra cosa que resulte demasiado soez.
Tal y como se ponen las cosas en el panorama cultural y dada mi caótica lidia con la escritura decidí olvidar mi afán por mejorar el uso de las letras y dedicarme a idear una manera más provocadora de hacerme leer. Así que me compré un bote de tinta negra y repasé cada parte de mi cuerpo en busca de aquella que pudiera ejercer de lapicero, bolígrafo, pluma o similar y, sobretodo, que fuera trasgresor. ¡Equilicuá! Frente a un folio en blanco me saqué la teta derecha y unté mi pezón de tinta dispuesta a acabar con mi miserable anonimato. Y ahí en medio del salón y sin saberlo me estaba convirtiendo en la precursora de la técnica del “capezzolo scrittore” (pezón escritor en español). Muy concentrada tratando de dar forma a la primera letra, mi marido entró por la puerta. Tan esperpéntica debía ser la imagen que no dijo nada, se dio media vuelta, salió y volvió a entrar, como si hubiera sido un espejismo, una visión resultado de su exceso de trabajo. Pero no, su tierna mujercita semidesnuda sostenía entre sus manos una hoja con la huella de su “capezzolo”.
Me tocó la frente en busca de una explicación más lógica a la que le daba. Eché la culpa de todo al “pene-pintor” mientras me duchaba y al irme a la cama ya más relajada (y, en parte, avergonzada) pensé que no me gustaría ser la protagonista de facilones titulares como “GANA EL PREMIO PLANETA GRACIAS A SU TETA” y mucho menos firmar ejemplares con la susodicha diestra. Así que me distraje con el final de un debate en que uno nos prometía crear niñas perfectas en un mundo perfecto y el otro aseguraba poseer el secreto del éxito, eso sí, deseándonos luego “buenas noches y buena suerte”, cosa que me sonó a frase de director de casting. Y me dije, entre bostezos, ¡vaya par de artistas!

2 comentarios:

Vera Miles dijo...

Hola!

La verdad es que las mujeres respondemos más al perfil valle que a la cima o, mejor, pináculo, pito.

Yo creo que lo que nos salva es el sabio uso de los dedos.

Pintar es un placer. Eso es lo importante. Y escribir también.

Saludos. Vera

POPY dijo...

Hola!!!! ¡QUé alegría verte por aquí! Hasta hoy nadie (bueno dos personas más pero por un concurso)había entrado. Gracias, Vera.
De verdad.
A ver si nos forramos jajajajajaja