martes, 2 de junio de 2009

RESTANDO

Nos asaltan las dudas
a punta de navaja.
Y a pesar de la presión,
tensión, estrés, descontrol…
Seguimos sopesando,
balanceando, midiendo
si abandonar
si renunciar
si ceder
o
si seguir
si persistir
si permanecer.
Una lista con aciertos o desaciertos
desbarajusta lo razonable.

Nos desvalijan las opciones
para que quede espacio entre ellas.
Y te lo pienses
caviles
madures.
De lo contrario les quitarías el aire a ellos
a los que saben, por su bien,
confundiendo pronombres,
lo que les costó
que llegaras donde estás.

Se resta importancia a que tus gritos
sean un simple hilo de voz,
tus ademanes, un pedir auxilio ininteligible,
tus frases, galimatías comatosos.

Se le resta porque una división,
escisión,
ruptura
les partiría ese sueño
que tanto les costó que vivieras.

Sumar que tu alma cuelga de un gancho del matadero
o que tu cuerpo no soporta más verticales
o que tu cabeza deambula sin sus sentidos
no ves
no oyes
no tocas
no hueles
no escuchas
sería multiplicar su responsabilidad por cero
y la tuya elevarla a la máxima potencia.

Se da pie a lo sensato.
Lo reflexivo.
La prudencia aunque seas más de letras.
La moderación que asoma entre todo o nada.
Siempre más de todo
y te has quedado en nada,
con nada,
entre nada.
Sin nada.

No hay comentarios: